LA HUMITA Y SUS VERSIONES



La humita es uno de los platos característicos del norte de nuestro país.
Esta comida se sigue preparando como lo hacían nuestros ancestros, los quechuas, uno de los pueblos que poblaron la región argentina durante la expansión del Imperio Inca.
En otros países, como Perú, Bolivia y Chile, también se la consume, pero con otras variantes. En el Noroeste argentino conocemos dos versiones de humita: en olla y en chala.


                                  Humita en olla




Es un plato ideal para compartir en fechas patrias, aunque se consume todo el año, sobre todo en los lugares turísticos.  
Para la preparación se utiliza choclo, zapallo, cebolla y pimentón. Algunos le agregan leche al final (eso depende del gusto).
Se acostumbra a acompañar la humita con una salsa especial, conocida como ‘’el frito picante’’, que consiste en mezclar cebolla picada con aceite, llevar al fuego y condimentar con pimentón y ají molido. Se sirve en cazuelas con queso cremoso en el centro para que se derrita y el frito se coloca encima.

                              Humita en chala



La preparación es parecida a la humita en olla, pero en este caso se corta la cocción minutos antes de que esté lista y se deja enfriar.
Para el armado se utilizan hojas de chala, se las coloca en forma de cruz y se agrega la porción de humita en el medio; también se puede agregar cubitos de queso, carne, pasas de uva, etc.
Se arma un paquete rectangular que se ata con una tira de la misma chala o con un piolín de algodón. Luego se sumerge los paquetitos en agua hirviendo durante 10 a 15 minutos, y ¡listo para comer!

Con algunas variantes, se preparan los tamales, diferenciados por algunos ingredientes y condimentos; también se los envuelve en las hojas de la mazorca de maíz.


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